El bestseller de 1973 de Trevor Ravenscroft La lanza del destino ha fijado hoy en día en las mentes de muchos su versión de la Leyenda. Él declara que Adolf Hitler comenzó la Segunda Guerra Mundial para capturar la lanza, presumiendo que el interés de Hitler en la reliquia, originada probablemente con su interés en la ópera de 1882 Parsifal —por el compositor preferido de Hitler, Richard Wagner— que refiere a un grupo de caballeros y su protección del Santo Grial, así como la recuperación de la lanza. Aunque un número de dudas de los historiadores en la obsesión de Hitler con la lanza, como fue divulgada por Trevor Ravenscroft y otros, el trabajo reciente del investigador y del autor Alec MacLellan tiene material descubierto de la fuente original de Ravenscroft que parece validar algunas de las aserciones más extrañas.
Ravenscroft mantuvo que la lanza entró en territorios Estadounidenses el 30 de abril de 1945; específicamente, bajo el control del 3er ejército conducido por el general George S. Patton.

Más adelante se cumple la leyenda de que la pérdida de la Lanza significaba la muerte, al suicidarse Hitler. Patton se fascinó por el arma antigua e hizo verificar su Autenticidad, mas no pudo utilizar la lanza, pues tenía órdenes del general Dwight Eisenhower de que la regalía completa de Habsburgo incluyendo la lanza de Longinus debía ser devuelta al palacio de Hofburg. Es interesante observar que George Patton, en su poema «A través de un cristal oscuro», curiosamente se postula como Longinus en el Transcurso de alguna vida anterior
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